Tuesday, March 03, 2009

Lo crítico de la crisis

“Errar es humano… pero echarle la culpa a otro es más
humano todavía”. (Les Luthiers)

by condenarro



La economía mundial, tal como diario escuchamos está en una etapa que los “expertos” definen “crisis”. Otros expertos nos la han explicado, tanto en medios escritos como electrónicos como ciclos… es decir que cada determinado tiempo se dan este tipo de crisis en la economía global. En lo particular lo que pudiera aportar, al menos en opinión, es que la crisis la tenemos los que no tenemos porque ahora tenemos menos posibilidades de tener, en tanto vemos que los que sí tienen nos tienen agarrados.
Aquí, al igual que en otros destinos turísticos lo vemos de diferente manera que en otras comunidades cuya economía la basan en actividades primarias y secundarias. Cuando hablamos de actividades terciarias, como en nuestro caso donde la economía se sustenta en la prestación de servicios, al menos así parece, se destaca claramente como es la no repartición de las riquezas. La historia humana ha sido, es y seguirá siendo así, siempre los menos tendrán todo lo que carecen los más.
No hace mucho, en un desayuno con los Madrugadores de Los Cabos el invitado fue un estadounidense, empresario, inversionista y retirado cuyas inversiones le han dado una posición holgada. El mismo nos definió la situación como cíclica. Al mismo tiempo nos aclaró esa gran disparidad en la repartición de la riqueza y descifró que los que tiene dinero lo tendrán siempre y siempre seguirán viajando y gastando y, eso no lo dijo, pero lo concluyo, seguirán explotando a los que no tenemos, les seguiremos vendiendo servicios, servicios que ellos mismos se venden entre sí y el que lo da, con suerte, se lleva una buena propina.
Ahora, si ya dijeron que el horno no está para bollos, eso es cierto, vaya ni siquiera está… Algo que no hemos visto claro es que aún con todas las medidas anticrisis que se tomen, sea por Calderón o por Obama o por quien sea, los directamente perjudicados seremos los que menos tenemos y lo sentimos en el bolsillo, cuando las tarifas eléctricas suben, cuando el pan es más caro, cuando la gasolina no alcanza, cuando el gas no calienta el horno para los bollos.
Es posible que la sociedad no comprenda la situación en realidad porque las estrategias y los planes y medidas anticrisis los fabrican quienes menos la padecen. Un Carlos Slim por ejemplo que hace declaraciones y no sabe lo que quiere decir hambre. Cuando nunca ha tenido la necesidad de caminar un kilómetro bajo el rayo del sol para tomar un poco de agua. Habla como si realmente supiera lo que sienten los que por mucho que trabajan no pueden tener bien nutridos a sus hijos o, vayamos un poco más lejos, no tienen la capacidad para mantenerlos estudiando. No hay elocuencia ni congruencia cuando el que habla no padece lo que sufre el que escucha sin entender ni mucho menos comprender porque el Sr. preocupado por su país y sus conciudadanos viste un traje que cuesta lo que quien escucha anonadado gana en un año
Es curioso, por ejemplo escuchar en un restaurante cuyo platillo barato tiene un costo de 150 pesos, por decir algo, la plática de los comensales que entre platillo y platillo toman aperitivos de hasta 700 pesos y el que sirve eso no lo gana en cuatro días, gira en torno a la situación económica global, toman un sorbo del mejor tequila y lloran porque la situación va en caída. Pagan una cuenta de trescientos dólares y dejan tres de propina.
Es de risa, si quiere mi es-timado lector y colega sufriente de la situación que nos explican quienes no la sufren pero si provocan, ver una familia de una mamá con tres o cuatro niños vagando y mendigando en una marina con yates que, bajita la mano el puro costo de mantenimiento diario podría darles casa y comida por un mes o mas.
En tanto la riqueza está en manos de pocos y los más sólo la vemos en anuncios de TV y en novelas o en desarrollos turísticos como el nuestro, seguirán, los políticos y grandes empresarios explicándole a un mundo que no conocen que todo es pasajero, que pronto habrá bonanza y riqueza. Mientras que se diviertan en un carnaval, en fiestas de santos patronos donde lo que abunda el la comida y la bebida, el olvido momentáneo, la resaca pasajera y la deuda perenne. La tradición humana, al pueblo circo pan y vino.
Lo crítico de la crisis es que la sufren quienes no la entienden. Es en este punto mi es-timado lector contribuyente de un sistema donde los que explican no saben loo que está padeciendo Juan Pueblo y en algunos casos si supieron, pero ya lo olvidaron gracias a esa contribución que Juan Pueblo les dio con su voto o a omisión del mismo, en es momento yo me pongo a pensar, tan sólo por un momento conste, que la historia se repite y coincido en que las crisis son cíclicas y no sólo las económicas sino la humana. Y es ante ello que me confirmo como un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que le hacemos a los pobres ricos que en tienen crisis mental por no saber que carro usar.
“Hay un mundo mejor ¡pero es carísimo!” (Les Luthiers)
condenarro@yahoo.com, condenarro@hotmail.com

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