Friday, June 12, 2009

Ir a las Urnas


Jajajaja, en verdad tu no puedes escribir sobre esto, eres la persona mas anarquica y apolitica que conozco, pero bueno adelante matate tu solo y escribe lo que sientes.

Maldito escribano ahora resulta que yo el Bufon no puedo decir lo que pienso de este tema pero sabes algo me vale madres, queridos lectores jajaja ya empece como politico pero en si se deberia comenzar el por que debemos de ir a las urnas y no hacer caso de que anulemos el voto, pues no creo en eso ya que no se ni quien es mi candidato local ni mucho menos el federal, ademas son gente que ni viven en mi colonia o delegacion, son gente que no saben que es lo que pasa donde vivo y ya ocurrio una vez nos mandaron una basura de tabasco a gobernar la ciudad mas conflictiva del pais y tanto sintio que la cago que despues quiso ser presidente de la republica, en verdad no hay una cultura politica donde nosotros como ciudadanos participemos conozcamos realmente a la gente que deseamos que nos represente, pero si cuando un grupo de Juniors en plena opulencia quieren jugar al representante independiente para ser diputado y se lo niegan se ponen a promulgar la anulacion del voto eso no beneficia a nada, si de por si no vota el 39% de la poblacion.

En que beneficia que no votemos, nada solo que desaparezcan partidos que no alcanzan el margen de votos para existir y los que siguen ahi seran los grandes dinosurios de la politica matando una vez mas a la democracia, por que no los desaprecemos a ellos por que no dejamos que otros vengan a gobernarnos. Pero eso es un casi imposible tenemos un consejo electoral tan corrupto que no dejaria que eso pasara, los anteriores bien o mal sabian que hacian pero estos no saben ni que hacen pero eso si amordazan a la prensa cada vez que hablan bien o mal de alguien, aplican una ley mordaza ta boraz que se regocijan de ello, pero bueno es mexico y asi sera hasta que haya una revolucion de ideas por que armada ya no puede ser, debemos de luchar por un voto digno y no por una anulacion de el, eduquemos a nuestros politicos que se den a conocer, que sean en si diputados locales y no impuestos por el partido o inventados que sea gente que vea por la gente y no su beneficio, pero eso nunca sera asipor desgracia estos pinches politicos solo seran las mismas pinches ratas mejor pagadas del gobierno.

Por eso

Wednesday, June 10, 2009


Saramago: “Ensayo sobre la lucidez”

“Las verdades hay que estarlas repitiendo a fin de que no
caigan, tristemente, en el olvido”. (JS)


By condenarro

José Saramago, como la mayoría de los que tenemos el hábito de la lectura sabemos, es un Nóbel de literatura, cuyo estilo, visión y conocimiento del género humano nos permite, a más de gozar de una narrativa fluida, elocuente y divertida, adentrarnos en la condición humana, en la naturaleza humana. Su sentido y sentimiento no dejan lugar a dudas que su imaginación resulta, por mucho, más que la simple y llana realidad en que vivimos ciegamente. Muestra de ello es su novela editada por Alfaguara cuyo título, como dice el encabezado, es “Ensayo sobre la lucidez”. Una realidad aparte que nos demuestra el correcto uso del lenguaje en coordinación con la idea que se pretende externar, es que el humano, por naturaleza no es muy lúcido.
El estilo propio de Saramago invita, aún a quienes no gustan tanto de la lectura. Narrativa de un transcurrir fluído, nos transporta a escenarios que bien pudieran identificarse con el entorno y forma de vida del mismo lector. En su ensayo sobre la lucidez, de forma curiosa, los protagonistas no aparecen hasta la mitad de la narración. Dos personajes que, a simple vista, resultan antagónicos, sin embargo, en la personalidad de un funcionario público, un comisario sufre de un ataque de lucidez por la inexplicable, desde la obtusa óptica del Presidente y la delegación de responsabilidades hacia sus ministros y el juego de poder que todos quieren ganar. El personaje y dos ayudantes deben investigar a fondo la inexplicable coincidencia que en la ciudad capital de un país democrático cualquiera, o ninguno, la población acude a depositar su sufragio en dos ocasiones con resultados funestos para ese gobierno democrático que son todos y ninguno del orbe: 83% de las boletas se depositaron en blanco. ¡Tragedia política! ¡Traición a la Patria!
Hay que investigar la subversión. Una democracia no debe permitir, de forma alguna una situación tan anómala que destruye cualquier ideología democrática propiamente dicha. ¡Habrase visto! En los anales de la historia no existen registros de situación tan fantasiosa, nefasta, antinatural... seguro los drogaron a todos. La obligación de la cabeza gubernamental es encontrar a los culpables y darles un escarmiento ejemplar. Para ello se procede, ya que en dos veces consecutivas el pueblo se volcó a cumplir con una responsabilidad cívica al ejercer su derecho al voto... blanco.
Nos muestra a una comunidad que, sin necesidad de convocatorias “yunqueras” o acarreos tradicionales da un jalón de orejas a sus dirigentes por elección popular que nada tienen que hacer al frente del gobierno. Gritan que hay un porqué, pero no un por quien. Cualquier semejanza con julio del 2003 o del actual 2009, es producto de un malentendido, en México hubo, hay y habrá abstención, no voto en blanco, así que no se sonrojen. ¡Aprendan!
Saramago nos otorga el placer de descubrir lo amplio, bello y elocuente de nuestro idioma y lo confuso que puede llegar a ser dicha elocuencia mediante el correcto uso de las palabras. Al mismo tiempo denota lo obtuso que resulta un gobierno que por tradición mantiene una democracia en vitrina, la cual llega a hostigar tanto al ciudadano que decide aplicar el principio de la democracia, es decir, decir lo que ya no se quiere mediante un acto cívico, no violento.
Una mujer que cuatro años antes de los hechos objeto de la narración, tiempo en que toda la nación sufriera de una epidemia de ceguera, ella no lo padeció. Alguien informó al gobierno insinuando que aquella vieja ceguera era factor primordial para la ceguera que denotara la ciudadanía al votar en blanco sin razón aparente.
Impera en su narrativa lo ciegos que resultan los subalternos ante las ineptitudes y, porque no decirlo estupideces que se logran gracias a la ostentación del poder. Hace un balance en sus justas dimensiones de las jerarquías en la burocracia democrática; “el desgraciado se ruborizó de satisfacción, su carrera acababa de dar un gran paso, iba a mear en el retrete del jefe”.
El momento político que vive México y en particular BCS y Los Cabos, tal como lo dice la presentación de la novela del Nóbel portugués, podríamos asociarlo, más nunca confundirlo... por favor. La presentación dice: “A los lectores: todo lo sucedido en el libro es producto única y exclusivamente de la poderosa imaginación del Premio Nóbel de Literatura. La realidad tiene el grosero empeño de imitar los hechos narrados en esta novela”.
La lectura de José Saramago, en lo particular ha venido a confirmar una teoría que tengo de unos años a la fecha. Tal vez antes, sin embargo estaba ciego ante su cotidianeidad: “El ser humano no es garantía”. El desenlace es trágico, pero tan real como la grosería de la realidad al querer piratear la imaginación del autor, la ceguera del gobernante sobrepasado, rebasado en su capacidad de serlo, cometiendo lo único que sabe, eliminar su tumor de tajo y echarle la culpa al vecino. Tienen que leerlo para verlo.
Para cerrar esta invitación a la lectura, una actividad que cultiva el intelecto y nos permite irnos curando de una ceguera comunal, y a forma de reiterar la realidad de ser tan sólo un pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que nos obsequia la ceguera pseudo democrática contemporánea…
“Nacemos, y en ese momento es como si hubiéramos firmado un pacto para toda la vida, pero puede llegar el día en que nos preguntemos Quien ha firmado esto por mi”. (JS)
condenarro@yahoo.com, condenarro@hotmail.com