Friday, July 18, 2008


Inquinidad Latente

“Cuando alguien dice «teóricamente ... »
quiere decir «en realidad, no ... »”.
(David Parmas)


By condenarro

Hoy es casi como un día cualquiera; la diferencia es que la inquina masiva es la que impera, y no sólo en mi vida o en la de quien camina o maneja a mi lado, lo es tanto para los presidentes de las naciones que inundan el planeta con la inquina, como para quienes los padecemos. Pero déjeme explicarme, porque en Los Cabos vivimos casi en los caos que nos provoca la recesión socioeconómica política de nuestro vecino norteño y principal consumidor de nuestro destino, situación que agudiza la inquina entre quienes vivimos de la actividad cuyo principal enemigo es, precisamente la inquina.
Vamos por partes; ¿que significa inquina? (femenino) Antipatía o aversión que se experimenta contra una persona o una cosa y que impulsa a tratarla de forma negativa o injusta, o a apartarse de ella: “la inquina personal entre los dos genios del ajedrez explotó cuando se enfrentaron por el título mundial”. Quiere el lector algunos sinónimos: antipatía, aversión, ojeriza, tirria, repulsión, odio, aborrecimiento, encono, malquerencia, rencor, saña, mala voluntad. Antónimos: amor, simpatía, atracción.
Pues bien, en México vivimos un asunto “algo divertido” y, según dice “Coladerón”, si no fuera así no tuviese gracia gobernar. Vivimos la bronca de la pobreza extrema en más del 50% de la población, con base en datos estadísticos, está la bronca si el petróleo que es nuestro y ningún mexicano lo tiene y ni siquiera le dan la oportunidad de decir lo que opina; no como dice el Peje que debe ser, sino como realmente debiere de ser, con la libertad de expresión que no es derecho civil, ¡es obligación natural!
La inquinidad que existe entre los sectores de la población es evidente, es latente, duele. Lo vimos en la Cd. de México cuando una estampida de adolescentes, por adolecer de seguridad pública fueron víctimas de la personalidad de la misma. La inquina se padece cuando tenemos dos presidentes, uno legal y otro legítimo y de ambos no completamos uno.
La inquinidad la observamos diariamente en la TV, gracias a los noticieros, que más que noticias nos presentan su versión de los hechos y sus juicios sobre los mismos; asesinatos, robos, dramas por efectos de sucesos naturales denominados tragedias y fenómenos naturales, cuando los únicos fenómenos naturales somos los humanos. Corrupción, prepotencia, abuso de poder, no poder con el abuso. La inquinidad la vivimos cuando los medios no cumplen con su función de ayudar a crear opinión pública, más no dirigirla, encausarla y por tanto crear, mejor expuesto, agudizar e incrementar la inquinidad.
En Los Cabos no nos salvamos de la inquinidad, la vivimos desde temprano cada mañana. Primero el sol veraniego, candente, no nos permite ver con claridad lo claro del día; la radio, la única para quien no cuenta con sistema de radio nacional, Al Cabo Noticias nos dice por donde está “pior” el tráfico. La inquinidad la vivimos día con día cuando observamos mucha gente que lleva un volante en las manos sin saber manejar; la iniquidad la hacemos cuando no brindamos una sonrisa o el paso sólo porque estamos tan inmersos en nuestro show que no nos damos cuenta que no es nuestro. La iniquidad la vive, la padece, la sufre el turista cuando se ve en la penosa, penosísima necesidad estar cambiando de vehículo para movilizarse durante unas vacaciones en un destino que al parecer y debido a esa misma iniquidad latente que se genera por la urgencia de ganarle al vecino, de sentir el poder del hombre sobre el hombre, un destino que así no vale lo que cuesta. La iniquidad la sobrevivimos los residentes de Cabo San Lucas y San José del Cabo cuando no sopla viento y nos hace el favor de llevarse los naturales olores de una planta, en cada comunidad, de tratamiento de aguas negras que sobrepasa su capacidad. La iniquidad nos acompaña, o acompaña al prestador de servicios que debe trabajar a una hora de distancia de su hogar, donde todo es lujo y él vive el Polvo Vomito, Cartolandia o El Terregal.
La iniquidad la lloramos cuando nos damos cuenta que, cuando hay una consulta popular denominada plebiscito, no obstante la persona que ganó dicha votación sea honorable y sin, al menos en lo personal, tacha alguna en su desarrollo profesional en Los Cabos, puede más un empresario que un gobernador. Es triste y surge la inquina cuando un inmueble de todos los mexicanos es objeto de anuncios comerciales en el ámbito mundial y ningún mexicano o cabeño pueda acercarse a menos de 500 metros.
La inquinidad es humana… por ello la vivimos, padecemos, sufrimos, lloramos, reímos, provocamos, etc., es por ello y ante la inquinidad que surge de estos comentarios que el espejo me llamó inquino esta mañana, me mandó a trabajar, a escribir esto que hoy lee mi es-timado lector víctima de la iniquidad masiva, y natural. Alimento diario… Otra vez me reitero como un simple y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que la iniquidad provocada por un exceso de falta de bondad o simple y sencillamente de sencillez…


“La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que no invaden bárbaramente nuestra persona como hace el hambre o el frío”. (José Ortega y Gasset)

condenarro@yahoo.com, condenarro@hotmail.com

Thursday, July 10, 2008

¿Algún Problema para Alguna Solución del Transporte?
*No es cuestión de favorecer o perjudicar a un grupo, es cuestión de salvar el destino…

“Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir
una utopía que nos permita compartir la tierra”.
(Gabriel García Márquez)


By condenarro


Poco más de quince años han pasado desde que dio inicio, de forma preocupante la fricción y efectos que se generan de la situación que verano a verano se vive en Los Cabos por las diferencias y lagunas… océanos legales en la legislación de transporte público turístico ¿Las dos partes tienen razón y al mismo tiempo ambos están equivocados? ¿Es la autoridad la que ni tiene razón y está equivocada? ¡Qué alguien nos explique! ¡Qué alguien les explique!
La situación que en este 2008 se agudizó de forma realmente preocupante, al grado que se ha cancelado la presencia de grupos importantes provenientes de diversas ciudades estadounidenses. Hoy por hoy, las actividades turísticas, derivadas de la recesión norteamericana, así como lo es el clima veraniego en las playas de California han disminuido de forma dramática debido en gran parte por el conflicto de taxistas y transportadoras turísticas. El problema que aqueja al destino no debe basarse en buscar culpables sino en encontrar soluciones inmediatas, antes de que no importe tener la solución a un problema que ya no existe por la inexistencia de demanda de transporte.
Partiendo del aspecto legal, ambas partes cometen irregularidades:
En el articulado de la Ley Estatal de Transporte, se indica que es facultad del Gobernador del Estado autorizar las concesiones de transporte, entre ellos el de transporte exclusivo de Turismo. Asimismo se indica que es responsabilidad del Consejo Municipal de Transporte el Promover la interrelación de los Servicios Públicos de Transporte concesionados por la Federación y el Estado. En ningún artículo se prohibe o indica restricción para que un servicio federal no pueda contar con autorización estatal siempre y cuando se ajuste a las restricciones y requisitos que marca la Ley… No hay reglamento correspondiente por lo tanto se aplica la Ley a la letra.
Por otra parte, en la Ley Federal de Transporte tampoco se prohíbe, siempre y cuando se reúnan los requisitos y superen las restricciones de la misma, que un taxista con placas estatales cuenten con un permiso de circulación federal, en los casos como Los Cabos es indispensable ya que las carreteras son de jurisdicción federal.
Al respecto, sabemos que el gremio de taxistas, en todo el país siempre ha sido una divisa política, no obstante y sabedores que en toda la entidad la mayoría de la población no es oriunda, y los taxistas reales son nativos, en su mayor parte ejidatarios y/o ex-ejidatarios, si capital político ya no lo es, sin embargo, las facultades para dar y negar los permisos se prestan al juego político de poderes. El resultado actual, es la fracturación de la comunidad Cabeña que en su totalidad, lo queramos o no vive del turismo, del turista al que no le permiten, y que es violentado en sus garantías individuales (Constitución Política de la República Art. 11 y el 8vo de la Const. Política del Estado). Ello sin considerar la violación al artículo 5° de la Constitución Nacional en torno a la libertad de empleo.
No es cuestión de preferencias de grupo o divisiones ni discriminación en la otorgación de concesiones y/o permisos, es cuestión de sentido común. Va a ser común queni uno ni otro tenga trabajo cuando se pelean por el turista, frente y haciendo factor y parte del pelito al visitante. Imaginemos que si el taquero se pelea con el “hotdoguero” frente a los comensales, ambos van a la cárcel y los demás cenen en Mc Donal’s. Es lo que está pasando en Los Cabos, el turismo por falta de autoridad, de criterio al ejercerla, o, como dijo alguna vez el presidente municipal del IV Ayuntamiento, Prof. León Cota Collins (QEPD), “si hay autoridad, lo que pasa es que no se ejerce”.
Ni los medios de comunicación, ni los taxistas ni los transportistas tienen la solución en sus manos, más si tiene la conclusión del mismo concluyendo con la prosperidad de Los Cabos y sus habitantes.
Es facultad y obligación del Ejecutivo Estatal, según la Constitución del Estado y la Ley Estatal de Transporte solucionarlo, con el apoyo de la SCT, dar los permisos para que ambas partes trabajen en sus respectivos giros. Los taxistas no tienen capacidad para mover a todos los grupos y a los habitantes de Los Cabos. Los Transportistas no tienen capacidad ni tiempo para dar atención a ese gran segmento, el turista que viene por si mismo y el residente que le da servicios.
Los artículos se pueden encontrar fácilmente en la Internet: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm, en lo federal y http://www.cbcs.gob.mx/leyes.html en el Estado... pa’que nos enredamos… y sin hilo…
Todo esto me recuerda porque soy sigo y seguiré siendo un pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia que se desprende de una frase que dije alguna vez cuando era presidente Ulices Ceseña: “El futuro de Los Cabos es alegórico e inversamente proporcional al deseo general” (condenarro)
condenarro@yahoo.com